El actor Johnny Depp en 2020 perdió una demanda por difamación en Reino Unido con el periódico The Sun porque el veredicto lo decidió un juez y hace días ganó otra similar en Estados Unidos contra su ex esposa, la actriz Amber Heard, ya que el fallo lo definió un jurado de siete civiles, en ambos casos por violencia de género, de acuerdo a la visión de un experto en temas legales internacionales.
En el primer caso, la demanda surgió porque el tabloide The Sun se refirió a Depp como «golpeador de esposas»; mientras que en el segundo Heard se asumió como una víctima «de abuso doméstico» en una nota de opinión que ella escribió en 2018 en The Washington Post.
Mark Stephens, abogado especialista en medios internacionales, consideró como «muy raro» que un caso que en esencia es igual se juzgue con resultados diferentes en Estados Unidos y Reino Unido.
Según el asesor letrado, el principal factor que influyó en la victoria de Depp en fue el hecho de que su juicio en Estados Unidos fue ante un jurado, mientras que el de Reino Unido fue solo frente a un juez.
«Amber Heard ha perdido ampliamente en el tribunal de la opinión pública y frente al jurado», enfatizó Stephens en diálogo con la BBC News.
Negar, atacar e intercambiar roles
Tanto en el juicio de Reino Unido como en el de Estados Unidos, los abogados de Depp argumentaron que Heard «estaba mintiendo».
Para defender esa postura, atacaron su carácter y afirmaron que, en realidad, era ella «quien cometía abusos contra Depp».
Esta táctica, de defensa común en los juicios por agresión sexual y violencia doméstica, se la conoce como «Darvo», por la iniciales en inglés de «negar, atacar, e intercambiar víctima y ofensor», según explicó Stephens.
Con esta estrategia lo que se busca es poner la carga sobre la víctima y cambiar el rumbo de la conversación, es decir, pasar de preguntarse si el acusado cometió el abuso a discutir si la presunta víctima es alguien a quien se le deba creer lo que dice.
«Niegan haber hecho algo, niegan ser los verdaderos perpetradores, atacan la credibilidad del individuo que denuncia el abuso, y luego invierten los papeles de víctima y agresor», detalló Stephens.
Según el abogado, en el juicio de Reino Unido el juez reconoció esa estrategia y desestimó muchas de las pruebas que no abordaban directamente la pregunta de si Depp cometió una agresión o no.
«Los abogados y los jueces tienden a no caer en la trampa, pero el Darvo es muy, muy efectivo frente a los jurados», remarcó el experto.
Los hombres son más propensos a creer los argumentos de Darvo, pero las mujeres del jurado también son susceptibles.
«La gente tiene un paradigma en su mente de cómo podría ser una víctima de abuso y cómo podría comportarse y, por supuesto, todos sabemos que a menudo ese paradigma es falso», sentenció Stephens.
Redes y #MeToo
Hadley Freeman, una periodista del diario inglés The Guardian que cubrió ambos casos, afirmó que otra diferencia importante fue el hecho de que el juicio en Estados Unidos fue «televisado, convirtiéndolo casi un espectáculo deportivo».
Cada giro del juicio fue visto por millones de personas, muchas de las cuales recurrieron a las redes sociales para expresar su apoyo a Depp.
En TikTok, el hashtag #justiceforjohnnydepp (justicia para Johnny Depp) obtuvo alrededor de 19.000 millones de vistas.
Al jurado se le ordenó que no leyera sobre el caso en internet, pero se les permitió quedarse con sus teléfonos.
Freeman también cree que la saña que el público en general arrojó contra Heard fue «un poco de reacción contraria al #MeToo».
«Aquello de ‘creerles a las mujeres’ suena bastante lejano cuando se trata de Amber Heard», concluyó.